El territorio atesora hermosa y balanceada unión entre su flora y la fauna y como resultado de la evolución de las especies, en un momento indeterminado los seres vivos emprendieron diferentes derroteros; pero al cabo de millones de años, aún siguen en recíproca y total dependencia.
Sin embargo, todo no termina ahí: con puntual gratitud, los representantes de la fauna aportan al reino vegetal abundantes desechos de excelente valor nutritivo.
Resulta recomendable una visita al Jardín Botánico (el decano de este tipo de instalaciones en Cuba) como complemento para admirar la flora en toda su magnitud mediante 97 hectáreas de extensión -siete de ellas de bosque natural reservado-, que contienen a más de 2 000 especies de plantas, que representan a 670 géneros y 125 familias.
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